La clave para una experiencia satisfactoria con un vehículo eléctrico está en anticiparse a la carga: no esperes a que se agote la batería para preguntarte dónde cargar. Así, al cargar el vehículo eléctrico en casa durante la noche o en el trabajo durante el día, como conductor ahorrarás incluso tiempo: evitarás el paso por la estación de servicio, un trámite inevitable para los conductores de vehículos térmicos o híbridos.
El cable de recarga suministrado con tu vehículo es versátil: te permite cargar tu vehículo en los puntos de recarga públicos y privados de hasta 22 kW.
Los puntos de recarga públicos están presentes en todas partes y continúan desarrollándose: centros comerciales, centros urbanos, oficinas, estacionamientos.
Es el modo de carga más rápido de todos, disponible en varias estaciones de servicio del país. Se trata de cargadores que cargan en corriente continua (DC).
Los cables están directamente integrados en el punto de recarga, solo tienes que enchufar tu vehículo para recuperar autonomía muy rápidamente.
Hay 2 formas de corriente eléctrica: AC (corriente alterna) y DC (corriente continua).
Los puntos de recarga convencionales (domésticos y públicos) suministran corriente de tipo AC, denominada corriente alterna. Los puntos de recarga rápida, que se pueden encontrar en las autopistas, suministran corriente tipo DC, denominada corriente continua.
La batería de un vehículo eléctrico funciona con corriente continua, por lo tanto, el cargador del vehículo convierte la AC en DC cuando está enchufado en un punto de recarga convencional. Por su parte, los cargadores en DC directamente transforman ellos la carga eléctrica previamente a traspasarla a las baterías, reduciendo así el tiempo de carga.
Como la mayoría de los aparatos eléctricos que tienes en casa, un vehículo eléctrico se carga en la red eléctrica mediante un cable. Este cable, suministrado con el vehículo, se puede conectar en tu casa a un punto de recarga doméstico o bien a un punto de recarga público.
El lado técnico:
Los consejos prácticos:
La frecuencia de recarga de un vehículo eléctrico depende de varios
factores.
Factor n.º 1: el modelo del vehículo. Cada modelo es diferente y, por lo tanto, la autonomía puede variar. Los vehículos eléctricos Renault han sido diseñados para ofrecer una autonomía adaptada a cada uso según el estándar WLTP.
Factor n.º 2: el uso. El tipo de ruta, el estilo de conducción, el tráfico y las condiciones climáticas (temperaturas) son factores que influyen en el consumo de energía.
Por ello, es imposible sugerir una frecuencia de carga general.
Sin embargo, aquí te dejamos algunos consejos prácticos:
La potencia de carga máxima admisible por tu vehículo eléctrico varía según el estado de carga de la batería (%) y su temperatura (°C).
Si la temperatura de la batería de iones de litio es demasiado baja, el
sistema de gestión de la batería limitará ocasionalmente el rendimiento
de carga para
garantizar la seguridad de los componentes. Esta protección alargará el
tiempo requerido para una carga; principalmente en terminales
ultrarrápidos de CC en invierno.​
Para corregir este fenómeno, Renault ofrece (según modelos y versiones) un
sistema de precalentamiento (o preacondicionamiento) de la batería para
optimizar la potencia de carga y, por tanto, el tiempo de carga.